martes, 4 de enero de 2011

CRÍTICAS DE CINE (0): "MORITURI TE SALUTANT"


En la naturaleza, la Vida y la Muerte van indisolublemente ligadas y son inseparables una de la otra. El tema de la muerte ha sido, es y será un trasfondo omnipresente en el mundo cinematográfico, como fiel reflejo de un asunto de vital trascendencia para el ser humano, y ha sido abordado en distintos géneros y con muy diferentes planteamientos. Por citar un ejemplo destacaría la imperecedera obra maestra de Carl Theodore Dreyer, “Ordet” (“La palabra”). Y la producción cinematográfica que hasta el momento nos ha dejado Alejandro González Iñárritu no es ninguna excepción, ya sea con la colaboración del afamado guionista y escritor Guillermo Arriaga o sin ella, como es el caso de ”Biutiful”, su última película estrenada en España. Quizás la clave en esta importante presencia de la temática de la muerte esté en la nacionalidad de ambos autores. México es un país rico en cultura y tradiciones; uno de los principales aspectos que conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la muerte y todas las tradiciones y creencias que giran en torno a ella. No podemos olvidar la importancia que para el pueblo mexicano tiene la muerte y la celebración conocida con el nombre “El día de Muertos”.

¿Por qué siempre esperamos a encontrar el sentido de nuestras vidas cuando la muerte está pisándonos los talones? ¿Hay que vivir en paz con uno mismo y con los demás para poder morir en paz? ¿Qué nos mueve, en momentos señalados (como suele ocurrir en Navidad), a cambiar nuestro comportamiento habitual hacia el prójimo, transformándonos de golpe y porrazo en buenos samaritanos? Está claro que reaccionamos ante la muerte sólo cuando la vemos muy cercana, y Uxbal (así se llama el protagonista), es un personaje representativo de este tipo de reacción tan extendida y estereotipada en la sociedad, independientemente del poder adquisitivo, coeficiente intelectual y clase social. Su vida no ha sido nunca sencilla y ahora se enfrenta a una nueva situación y decide que tiene que atar los cabos sueltos. Es la hora de afrontar las relaciones de pareja y paterno-filiares desde una perspectiva y actitud diferente. Lo que nos sorprende en este caso en lo relativo a la reacción de este personaje ante la muerte radica en que se supone que está muy acostumbrado a pasearse por las capillas ardientes ajenas y a estar en contacto directo con la muerte sin inmutarse lo más mínimo, y sin embargo no puede evitar asustarse con la posibilidad de su propia muerte… Uxbal no quiere morir, se resiste, a pesar de llevar una existencia miserable y poco gratificante y la muerte podría significar su liberación (desde un punto de vista cristiano). Nada que ver con personajes de ficción cinematográfica como el interpretado magníficamente por Nicholas Cage en la estupenda película “Leaving Las Vegas”, que quiere morir y se dedica a matarse a base de borracheras. Como digo, el protagonista en este punto se comporta tal y como haríamos la mayoría de nosotros. El problema es que una vida caótica como la suya es difícil de arreglar en poco tiempo. En este marco es donde se incide en la película sobre el drama de las parejas separadas con hijos pequeños. ¿Quién sufre más? ¿Hay alguien más responsable que otro? Al final las víctimas siempre son los hijos.

Bueno, hasta ahora hemos hablado principalmente sobre la muerte pero ¿qué decir sobre la vida de los personajes de “Biutiful”? Ambientes mugrientos de una Barcelona lumpen, profunda y sórdida, historias de inmigrantes ilegales que han dejado atrás a sus países de origen en busca de mejores condiciones de vida. Historias que dejan de ser historias y que se quedan ahí, en ocasiones, en la travesía. ¿Vidas sacrificadas para vivir en un mundo así? La sociedad actual está tan acostumbrada a que la omnipresente muerte en las noticias de la televisión y en los titulares de la prensa que se ha producido una clara desensibilización hacia los numerosos dramas personales que en todas las ciudades ocurren.

Al igual que la temática de la muerte, la dureza de la película no es nada que nos sorprenda en esta película, teniendo en cuenta los antecedentes de su trilogía en colaboración con Arriaga, compuesta por “Amores perros”, “21 gramos” y “Babel”. Como me comentó el otro día un amigo, hay que tener un buen estado de ánimo para ponerse delante de una película de este director y aguantar las patadas al estómago. Se nos refriega ante nuestras narices una situación de marginación que está ahí delante de nuestros ojos pero que parece que nadie quiere ver, llevamos una venda muy gruesa.

La fotografía de esta película (que ha contado con el mismo colaborador que en la trilogía con Arriaga) está perfectamente adaptada a la historia que se nos cuenta y a los ambientes que se muestran. Aunque en alguna de las críticas que he leído sobre esta película se ha destacado la banda sonora de Gustavo Santaolalla (colaborador habitual de Alejandro), en mi caso salí del cine sin tener conciencia de la misma, y deduzco por ello que no me llegó a emocionar.

En mi opinión este director ha sido capaz de sacar, hasta el momento, muy buenos resultados de los actores con los que ha trabajado. En el caso concreto de “Biutiful”, el complejo personaje protagonista es encarnado por Javier Bardem, quien realiza un magnífico trabajo (justamente premiado, entiendo yo, en el Festival de Cannes de 2010), aunque no constituya la mejor interpretación de su carrera (yo me quedo con su papel del escritor cubano Reinaldo Arenas en la película “Before night falls” (“Antes de que anochezca”), dirigida por Julian Schnabel.

¿Qué hubiera sido de esta película si hubiera contado con la colaboración de Arriaga como guionista? Evidentemente es una pregunta sin respuesta, pero con todos los debidos respetos a la incipiente carrera de Alejandro González en estos menesteres, y sin desmerecer la historia que se nos cuenta, yo considero que este director no está a la altura del talento que posee Guillermo Arriaga para la escritura y los guiones de cine. Y viceversa, la ópera prima de este último en su faceta de director (“The Burning Plain”, aquí estrenada con el título “Lejos de la tierra quemada”), pese a tratarse de una película interesante, no tiene la fuerza visual ni la intensidad dramática de “Amores Perros”.

Mi escena favorita nada tiene que ver con el trasfondo de denuncia social ni de la difícil relación de pareja. Me ha encantado el encuentro entre Uxbal y su padre, y el modo en que Alejandro ha planteado la reconciliación intergeneracional entre ambos personajes. De hecho me evocó una de las historias que se cuentan en la película “Smoke” (primera incursión de Paul Auster en la escritura de un guión cinematográfico), en concreto aquella del alpinista que encontró el cadáver congelado de su padre fallecido a una edad muy temprana hace ya muchos años en aquella montaña nevada. El hijo había envejecido, como es lógico, con el paso de los años, mientras el padre había conservado el mismo aspecto juvenil que tenía en el momento en que se vio sorprendido por la muerte...Otro momento antológico, en este caso en el género de la comedia surrealista, de padres e hijos con edades invertidas lo encontramos en una joya del cine español, “Amanece que no es poco”.


En definitiva, en mi opinión “Biutiful” es una película interesante pero sin llegar al nivel de excelencia de las de su trilogía anterior, y de ella destacaría la interpretación de Javier Bardem. De todas maneras, habrá que estar atentos a la carrera de este director, seguro que nos regalara magníficas películas en el futuro, ya sea con Arriaga como guionista, con otro escritor o con sus propias historias.


Córdoba, 4 de enero de 2011

2 comentarios:

  1. Buena crítica, querido amigo. Estaremos atentos a la siguiente, así que no dejes de ir al cine. Un sólo apunte, creo que una música o la fotografía de una película son buenas cuando forman parte del conjunto y no nos damos cuenta, por eso creo que cuando prestes atención a la música de Gustavo Santaolalla verás que no está nada mal (¡Y eso que no la he visto!). Cuando en cambio, nos fijamos en que la fotografía era inmensa, o la música, o un actor... es que se están comiendo todo lo demás... ¿no crees?

    Un abrazo enorme Rafa,
    cojonuda crítica.

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  2. Gracias Manuel por tu comentario. Me gustaría ir más al cine pero es que últimamente el panorama es bastante desolador...el sabado pasado fui a ver THE TOURIST así que esta va a ser la siguiente, y por cierto, te adelanto que me decepcionó enormemente. En realidad me hubiera gustado visionar por segunda vez la pelicula antes de haber publicado estas líneas, pero entendí que iba a suponer una demora excesiva y se iba a enfriar mi apretón creativo. De todas maneras ya prestaré atención especial a la música. Tienes toda la razón en tu apreciación acerca de la conjunción de los distintos elementos para constituir un todo armónico en el caso de una película redonda globalmente...si destacamos sólo alguno es que algo ha fallado. En este caso si te soy sincero,y a falta del detalle de la banda sonora, creo que el inmenso Javier Bardem en este caso ha ensombrecido en gran medida a los demás componentes artísticos. Ya me dirás cuando la veas. Para los que no la hayais visto (como es tu caso) espero no haber destrozado demasiado la magia o la posible sorpresa de la película.

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