miércoles, 1 de enero de 2014

2013: UNA ODISEA DE LA TIERRA (III)

Otro interés renovado es el de la ornitología. En esto ha tenido mucho que ver mi asistencia a las “I Jornadas sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad de Sierra Morena”, organizadas por Iberus Birding & Nature, y promovidas por ADIT Sierra Morena. La empresa organizadora resulta que era la empresa consultora de un colega, Francisco Martín Barranco, antiguo conocido de mi asistencia a varias jornadas ornitológicas y con el que perdí el contacto en todo el tiempo en que estuve desconectado de la ornitología. Allí tuve el placer de reencontrarme con otros colegas ornitólogos amigos y conocidos, caso de Arturo Menor y Alfonso Godino, y de conocer personalmente a otros como a Rafa Porrino, encargado del proyecto de diseño de rutas ornitológicas en Sierra Morena en el marco de las actividades de promoción turística llevadas a cabo por ADIT Sierra Morena. Un tío muy majo y competente. En las jornadas adelanta que el día 21 de diciembre habrá una ruta ornitológica en el sector cordobés de Sierra Morena, en concreto en el Valle del Guadalmellato, actividad a la que me apunté y de la que disfruté enormemente (observamos cigüeña negra, águila real, águila imperial, águila perdicera y calamón, como especies destacadas). Estas experiencias consolidan mi acercamiento ornitológico, unidas a la redacción de las notas breves sobre ardeidos que, como he comentado más arriba, estoy preparando para publicar en el presente año 2014.

A raíz también de las citadas jornadas tuve la oportunidad de conocer a Juan Ramón Fernández Cardenete, herpetólogo. A finales del pasado 2013, aprovechando un día lluvioso y de temperaturas moderadas, hice mi primera salida herpetológica a buscar y fotografiar anfibios por la Sierra de Córdoba, junto a dos colegas de SEO-Córdoba. Esta excursión nocturna se saldó con un exitoso resultado, pudiendo disfrutar de la presencia de salamandras, tritones pigmeos, sapos corredores y comunes, ranas comunes y de la escucha de sapos parteros. Previamente en una de las rutas de senderismo por la Sierra de Córdoba descubrí la presencia de varias larvas de salamandra en el pilar de la Fuente de San Cristóbal. La última observación de anfibios del año 2013 la hice el día 30 y también observé larvas en una alcubilla, la denominada “Fuente de la Marquesa”, en los alrededores de la localidad de Santa María de Trassierra. Quién sabe, quizás este año me una al programa SARE (Seguimiento de Anfibios y Reptiles de España), no descarto dicha posibilidad.

A principios de año y como quién no quiere la cosa inicié un proyecto personal de botánica urbana. Consistía en la elaboración de un catálogo de la flora silvestre urbana del Distrito Levante, donde yo vivo, incluyendo la información fenológica del periodo de floración de cada especie así como un reportaje fotográfico de las mismas. Cuando lo empecé no imaginé que podría llevarlo a buen puerto porque ya me conozco y desgraciadamente a veces he emprendido proyectos que se han quedado a medio camino. No ha sido este el caso y puedo adelantar que, a falta de analizar detenidamente los resultados, tengo datos fenológicos de unas 150 especies herbáceas de flora urbana. Este mismo proyecto lo he hecho extensivo al tramo del Arroyo Pedroches adyacente al barrio de Fátima. 

Por otro lado, a iniciativa de Florent Prunier, de la asociación “El Bosque Animado” se me propuso este verano la posibilidad de monitorizar un taller de identificación de plantas para el trimestre del pasado otoño (octubre-diciembre). Previamente, en los meses de mayo-junio estuvimos con un grupo de interesados llevando a cabo una experiencia piloto de dicho taller. A pesar de tratarse de una actividad nueva para mí debo reconocer que, aunque ha conllevado bastante trabajo extra fuera del horario establecido (2 horas por semana, 20 horas en total), me ha supuesto una gran satisfacción personal y estoy encantado con la idea de retomar el taller en cualquier centro cívico en el que se proponga. Pase lo que pase me he comprometido a guiar una salida botánica mensual dentro del programa de actividades de la asociación “El Bosque Animado”, y estoy igualmente muy ilusionado con la idea de este tipo de actividad y por supuesto agradecido a Florent por la confianza depositada. Por otro lado, este año he podido conocer a un gran botánico cordobés, Javier López Tirado, y hacer varias salidas al campo con él. Estoy seguro que gracias a futuras colaboraciones podremos contribuir en gran medida al conocimiento y difusión del patrimonio vegetal de la provincia de Córdoba.

A raíz de participar en un mercado de trueque de libros llegó a mis manos a finales del verano un cuaderno con 11 rutas de senderismo en el término municipal de Córdoba. Desde siempre el senderismo ha sido una actividad que me ha encantado. El caso es que empecé a realizar varias caminatas importantes durante el verano para el seguimiento de libélulas que he llevado a cabo. Pero me planteé que me apetecía realizar todas las rutas que allí venían descritas y en el otoño pasado he hecho 8 de las 9 que hay en la Sierra de Córdoba y en la Vega y Terrazas del Guadalquivir. Me ha faltado la ruta circular por Trassierra y las dos que transcurren por la Campiña. La realización de dichas rutas a través de una naturaleza privilegiada como la que tenemos en la Sierra de Córdoba, sentirme libre y realizado de poder llegar a donde me propongo con la sola ayuda de mis piernas (y la combinación, en ocasiones, de los transportes públicos urbanos). Por si alguien aún no lo sabe, y aunque pudiera parecer increíble, soy una de las escasas personas del ámbito naturalista o ambiental que no tienen carnet de conducir. Nadie es perfecto. Yo me he acostumbrado a sentir la libertad que me da el depender de mis piernas y de ajustarme a los horarios e incomodidades de los transportes públicos. Y que conste que por el hecho de no tener carnet de conducir no me siento para nada inferior a nadie, realmente estoy en la misma situación que los grandes naturalistas de la Historia, ellos tampoco conducían y fijaos en todas las contribuciones que hicieron para la Ciencia. Al mismo tiempo que he disfrutado con la actividad física de la ruta me he deleitado hasta niveles equivalentes al de un orgasmo múltiple con la contemplación de las formaciones vegetales y con la sorprendente belleza del medio natural, y al mismo tiempo me he dedicado a fotografiar con gran exhaustividad los paisajes y elementos naturales más destacados en cada una de las rutas. Las fotos que he tomado durante el pasado año se cuentan por miles (en algunas rutas he contabilizado más de 500 fotos por ruta).

Siempre me he preguntado si algún día podría componer alguna canción con música y letra (con música ya compuse una en mi etapa rockera en la banda “República Líquida”, que mi amigo Juanma Delgado se encargó de poner título y letra: “Esencia de Nada”). Pues bien, hace menos de un mes, después de llevar ya un tiempo sin tocar la guitarra (prácticamente no la he tocado nada desde que en el otoño pasado mi colega Manolo “Ito” le cambiara las cuerdas), me dio por empezar a hacer sonar unos acordes y me salió una estrofa completa. El caso es que se puede considerar que tengo el primer esbozo de lo que será (espero) mi primera canción con letra y música. ¿Habrá que esperar mucho para completarla y ponerle título? Por ahora es una incógnita, el tiempo lo dirá. Estoy agradecida a Manuela por permitirme estar en el Oculto como en casa y poder tocar y cantar siempre que me ha apetecido, en compañía de amigos y conocidos. Ha sido una pena que dejara de regentar este local, pero me quedo con las magníficas experiencias musicales que allí he vivido.

Por último, y no por ello menos importante, quería agradecerle a mi amiga Elena Pérez Nadales todo el cariño y admiración que ha venido demostrando hacia mí. Me enorgullece haber inspirado una de sus magníficas entradas que periódicamente publica los lunes en el blog “Cuaderno de Laboratorio” y que haya confiado en mí para ilustrar expresamente una entrada relacionada con el mecanismo de salto de un tipo concreto de insectos.

En resumen, creo que me puedo considerar un hombre feliz. A pesar de no tener un duro y de los malos momentos que he pasado, el balance del año 2013 ha sido positivo, he salido airoso y fortalecido de la crisis, al menos en lo relativo a mi desarrollo y crecimiento personal. Me consta que se me presenta un futuro laboral incierto pero eso sí, casi con total seguridad va a dar un giro copernicano con respecto al camino hasta ahora recorrido, y estará más en consonancia con mis inquietudes que he podido poner en práctica el pasado año en mi situación de desempleado. En ese periodo de tiempo me he dado cuenta de que quienes me rodean me tienen en gran estima, mucho más de lo que yo hubiera podido nunca imaginar. Creo que me ha servido también para aprender a valorarme en la justa medida, me he dado cuenta de que es cierto eso de que quien siembra recoge. Aunque suene extraño (lo digo porque habitualmente la tendencia en la madurez es el estancamiento, el considerar que hasta aquí he llegado, que ya sé suficiente y he hecho todo lo que tenía que hacer en la vida), con casi medio siglo de vida a mis espaldas hoy me siento con energías renovadas y con las mismas ganas de aprender y de compartir conocimientos o incluso más que cuando empecé a estudiar la carrera de Biología, pero con un importante bagaje de experiencia acumulado a lo largo de mi vida, y sobre todo me siento muy orgulloso de poder contar con una red de amigos que me apoyarán incondicionalmente. Esto no ha hecho más que empezar ¿os apetece acompañarme en mi camino? Yo estaré encantado de teneros a mi lado. Gracias.

Rafael Tamajón Gómez, en Córdoba, a las 8:25 A.M.

2013: UNA ODISEA DE LA TIERRA (II)

Parte II: lo positivo.

He reservado la última parte de este resumen anual a la parte positiva del año 2013, que como veréis, ha sido bastante importante en el balance global, o al menos a mi me lo ha parecido. Esta parte positiva puede concretarse en los siguientes puntos:

A raíz de mi problema de salud gástrica de principios de año he ido mejorando mis hábitos alimenticios y ahora me encuentro genial, sin ningún tipo de molestia, y el resultado, en combinación con un modo de vida mucho más activo (que incluye andar mucho, sobre todo en rutas por el campo pero también por la ciudad), ha sido la pérdida de una considerable cantidad de peso, ya que he pasado de los aproximadamente 90 Kg de partida (hace un año) a los 67,5 Kg actuales. Entiendo que los que hace tiempo que no me ven y que siempre me han conocido con la curva de felicidad abdominal y una cara más o menos rellenita, se sorprendan e incluso lleguen a pensar en su interior que debo estar afectado por una enfermedad chunga o algo así. El caso es que tengo que explicar que esta pérdida de peso ha ido pareja a un aumento de la resistencia al esfuerzo y a una mejora de mi forma física (entre otras cosas, he bajado mis pulsaciones en reposo de unas 80 a unas 65). Me encuentro superbién, sin ningún síntoma de molestia gástrica o abdominal (atrás han quedado también mis recurrentes problemas con los gases), y no me han afectado ni gripes ni resfriados, creo que mis defensas están ahora bastante bien, a pesar de todo el estrés pasado en algunos momentos concretos del año.

Una de los grandes acontecimientos del año es que me he librado de mi jefe, demasiado autoritario y fanfarrón, absolutamente falto de empatía. Y quizás también me he librado de un trabajo que, aunque no me disgustara, no me permitía realizarme profesionalmente, y sobre todo de un trabajo en el que, a pesar de todo mi esfuerzo y sacrificio invertido para el provecho de un empresario, nunca se me ha valorado adecuadamente. Es más, lo habitual ha sido recibir ataques y broncas totalmente injustificadas y desproporcionadas, golpes directos intentando socavar mi autoestima y mi validez profesional. Creo que he aguantado demasiado, mi error fue acomodarme a tener un sueldo (supuestamente) asegurado sin pararme a pensar si lo que estaba haciendo me llenaba o me suponía un crecimiento personal o profesional. Sí, le estoy agradecido por haberme contratado en su momento y haberme permitido durante un tiempo poder disponer de dinero para viajar y mantener un cierto nivel de vida. Sería injusto también no reconocerlo. Ha sido mucho tiempo alejado de la Naturaleza, del contacto directo con la misma. Pero ahora, le estoy agradecido por haberme despedido, ya que aprovechando todo el tiempo libre disponible, he podido redescubrir cuanto me hacía falta volver a orientar mi actividad hacia dicho contacto directo, a salir a patearme el campo y disfrutar de la flora, la fauna, la geología, el paisaje, el aire puro.

He recuperado información zoológica que tenía relegada al olvido en algún rincón oscuro de mi casa o en mis cuadernos de campo. El responsable de esto tiene nombre y apellido: Florent Prunier. Un encuentro casual con él en un concierto de música clásica en un conservatorio de Córdoba me llevó a participar en completar ciertos aspectos de la redacción de un artículo sobre un sauzgatillo (Vitex agnus-castus) que iba a publicarse en el nº 3 de la Revista Arvicola, editada por la asociación “El Bosque Animado”, y ha incluir una comunicación personal en otro artículo de dicha revista en el que se trataba el tema de la pesca cooperativa en el cormorán grande (Phalacrocorax carbo sinensis). Por otro lado, estoy preparando varias notas breves sobre ardeidas (en concreto sobre avetorillo y martinete) para el próximo número de dicha revista, circunstancia que me ha hecho sentirme muy realizado al darle salida a una información recopilada durante el final de la década de los 80 y principio de la de los 90 del siglo pasado, coincidiendo con el último año de carrera (Ciencias Biológicas) y con mi ingreso en la asociación ornitológica GODESA.

He retomado mi interés por los insectos, siempre me interesaron tanto ellos como los arácnidos mucho antes que las aves. Ya en el instituto mis salidas al campo se centraban sobre todo en la observación de insectos y arañas aunque también me dedicaba a hacer algunos dibujos de algunos de ellos, sobre todo de escarabajos. El interés por las arañas no ha decaído prácticamente desde que ingresé en el año 2000 en la SEA (Sociedad Entomológica Aragonesa), en concreto en el grupo de trabajo sobre arácnidos, GIA (Grupo Ibérico de Aracnología), y a finales del verano he sido reelegido como presidente del mismo. Desde hace menos de dos meses he creado y administro la página de facebook de este grupo. 

Por otro lado, desde principios de año he participado activamente en el grupo de facebook de la SAE (Sociedad Andaluza de Entomología) y finalmente he ingresado en dicha asociación, entrando recientemente a formar parte de su Junta Directiva. Tengo que citar expresamente aquí la importancia de conocer en persona a Rafa Obregón, gran entomológo y mejor persona. Le estoy muy agradecido por la confianza que ha depositado en mí desde un principio y por su propuesta para entrar a formar parte de la directiva de la nueva etapa de la SAE, que actualmente preside. Poder participar en la revisión de una nota aracnológica para el Boletín de la SAE ha sido además un nuevo reto en mi vida y afortunadamente el resultado ha sido altamente satisfactorio para ambas partes. 

Por otra parte, a raíz de una quedada de la ROLA (Red de Observadores de Libélulas de Andalucía) en Doñana por invitación de Florent Prunier del Bosque Animado, a finales de primavera, decido ponerme manos a la obra y a recorrerme unos cuantos arroyos y charcas de la provincia de Córdoba (principalmente del término municipal de Córdoba), y así he pasado todo el verano y el otoño. En total he fotografiado 24 especies (todas menos una en la provincia de Córdoba, la restante, Sympecma fusca, en la de Ciudad Real). A estas especies hay que añadir otras observadas pero no fotografiadas, como es el caso de Aeshna cyanea, Anax imperator, A. parthenope, Boyeria irene y Cordulegaster boltonii, entre los anisópteros, y Lestes macrostigma, entre los zigópteros, esta última en el área de Doñana durante la quedada de la ROLA. O sea, una treintena de odonatos observados, algo más del 50% de la odonatofauna de la provincia de Córdoba. En la mayoría de los casos he podido conseguir fotos de macro aceptables –eso sí, con dosis infinitas de paciencia- incluso algunas yo diría que con un resultado excelente, siempre usando una cámara compacta con configuración de resolución de 10 megapixeles (la estoy amortizando y con creces, la compré en una oferta por 50 euros). Con  los datos obtenidos se procederá en el futuro a completar la actualización del Atlas de Odonatos publicado recientemente en el último boletín ROLA. Con los datos obtenidos en una excursión odonatológica a Sierra Madrona a finales del verano he participado en una nota breve sobre la presencia en Ciudad Real de la especie Trithemis kirbyi, que está experimentado una ampliación de su área de distribución conocida.


2013: UNA ODISEA DE LA TIERRA (I)

Aunque parece inspirado en una famosa novela de ciencia ficción (y su respectiva adaptación cinematográfica) en realidad el título de esta entrada viene a resumir perfectamente la aventura a la que me he enfrentado el año que acabamos de despedir. La vida en la Tierra es una odisea siempre pero algunos años lo es más aún si cabe. El 2013 ha sido un año bastante duro y complicado, por muchas razones, pero sin duda también me ha traído gratas sorpresas y recompensas. Estas últimas me han permitido lidiar la batalla y salir airoso de la zozobra reinante en un año marcado por la sombra de una crisis económica cuya realidad sigue siendo tristemente noticia, aunque nuestros gobernantes nos quieran vender la moto de la recuperación económica y de la salida de la misma.

Parte I: lo negativo.

El año empezó con unos meses de mucho estrés y agobio, tanto en el ámbito laboral como en el familiar. Me dejé la vista analizando y describiendo los caminos y fuentes públicas del término municipal de Córdoba, a la espera de que se sacara a concurso un importante proyecto promovido por el ayuntamiento de dicho municipio. De su adjudicación dependería la suerte de la empresa y por ende la mía (y la de mi compañero de trabajo). Desgraciadamente dicho proyecto quedó congelado y esto supuso que, solo cuatro meses después de mi reincorporación al trabajo, se produjera mi despido (el segundo y definitivo, el primero fue a finales de 2011, estuve casi un año parado para encargarme de cuidar a mi abuela, con demencia y encamada). Después de varios meses de trabajar a la espera de la citada adjudicación salvadora, en julio tuve que tomar la decisión de abandonar mi situación de irregularidad y dejar de trabajar sin remuneración (esta llegaría en cuanto la empresa tuviera la suficiente liquidez y solvencia). Un parado más en la triste estadística española (27,6%). Probablemente esta situación tuvo que ver en el problema de salud que tuve a finales de enero, en concreto estuve con una hemorragia interna durante una semana (no era la primera vez y por eso no me acojoné demasiado, sabía que sería algo pasajero) y con fuertes dolores de estómago. Con este antecedente y una pequeña anemia reflejada en la analítica que me hice me hicieron una endoscopia y me encontraron una úlcera duodenal. Recientemente, después de perder varias citas del especialista de Aparato Digestivo durante el verano, por fín descubrí que me salió positiva la prueba de la ureasa y que mi úlcera estaba asociada a la presencia de la bacteria Helicobacter pilorii. Para su erradicación he tenido que tomar durante 10 días varios antibióticos. A principios del año 2014 me harán la prueba correspondiente para comprobar el éxito en dicha erradicación.

Por otro lado, a principios de año, después de varios meses de briega con abogados y procuradores (con el astronómico gasto correspondiente), y de idas y venidas a las casas de los familiares herederos de la herencia de mi abuela, por fin se consiguió el auto de declaración de herederos y podemos pasar al siguiente asalto en esta historia interminable: la firma de la escritura de aceptación de herencia por parte de mi madre, de mi hermano y mía y de renuncia por parte de dichos familiares (dos hermanas, tres sobrinos y dos sobrinas). 

Atrás quedaron muchos berrinches y discusiones en mi casa por culpa de toda la mierda que hay en torno a estos asuntos hereditarios, pero aún no había terminado aquí nuestro drama. ¿Por qué digo esto? Bien, la renuncia de estos herederos a su parte proporcional del 50% del piso (mi abuela no dejó dinero en su cuenta corriente, bueno sí, -21 euros), concretamente del piso en el que hemos vivido prácticamente toda la vida mis abuelos, mis padres y mi hermano y yo, era en su mayoría desinteresada. Y así lo creíamos ilusamente –así nos lo hicieron creer en un principio, antes de empezar a mover la maquinaria legal para conseguir el 100% de la propiedad- ya que uno de los sobrinos, de cuyo nombre no quiero acordarme, dejó bien claro durante el proceso previo que su renuncia ante notario estaría supeditada siempre al cobro del 6% que le correspondía en la asignación de bienes (para que os hagáis una idea, unos 4700 euros). 

Acabado el proceso notarial, esta sanguijuela se puso en contacto telefónico conmigo y le comenté que estábamos a la espera de saber si nos habían aceptado la propuesta de pago aplazado de la importante cantidad que teníamos que abonar a la Consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía (un atraco a mano armada sustentado en el Impuesto de Sucesiones y Transmisiones) y quedamos en volver a hablar del tema pasado un tiempo. 

Sin previo aviso, esperando una segunda llamada –quizás mi error fue no haberle avisado de cómo quedó el aplazamiento en el mismo momento de recibir las cartas oficiales- recibimos en nuestro domicilio una carta dirigida a mi madre y firmada por un abogado. Imaginad cómo se te queda el cuerpo cuando recibes una carta en la que se te advierte que si en el plazo de una semana no nos ponemos en contacto con su cliente para solucionar amistosamente la reclamación de la cantidad antes indicada –esto quedó por escrito en un contrato privado firmado entre mi madre y él en enero del pasado año-, procederían a demandar a mi madre, y esto implicaría tener que acudir a juicio. Ya le había advertido a este familiar que nuestra situación económica era bastante delicada con la intención de que recapacitara acerca del cobro de la cantidad requerida pero es que en ese mismo momento aún se había agravado: yo ya tenía bastante claro que no volvería a reincorporarme a mi empresa en la que había trabajado casi 7 años y que tardaría bastante en poder cobrar lo que se me debe (unos 6000 euros), y para más inri mi hermano también estaba en paro y con escasos visos de trabajar en un futuro próximo. El caso es que a pesar de todo esto, en la reunión que tuvimos con él en el despacho de su abogado y no aceptaron nuestra propuesta de pago diferido con cantidades pequeñas, así que nos vimos obligados a modificarla en parte, teniendo que abonar, de un día para otro, la cantidad inicial, a modo de señal, de 2000 euros, de lo contrario nos demandaría. Y del mismo modo nos dejaron claro que si cualquier mes no se le hiciera el correspondiente ingreso en el plan de pago previsto nos demandarían sin ningún tipo de contemplación. 

Vamos, como podéis comprobar, una auténtica sanguijuela, que en los años de enfermedad de mi abuela (su tía) ni siquiera se dignó a pasarse a verla o a llamar por teléfono a preguntar por su estado…Afortunadamente tengo una buena amiga que me ha echado una mano, y de este modo, después de unas llamadas telefónicas, pudimos conseguir la cantidad requerida (mi hermano también tuvo que recurrir a un amigo suyo). Le estoy eternamente agradecida por su ayuda, y ella me ha manifestado también su agradecimiento por el apoyo que en su momento le presté cuando pasó por malos momentos, no es necesario que de aquí nombres y apellidos aunque no me importaría hacerlo. 

Salvando las distancias, nos vimos metidos en un aprieto parecido al del protagonista de la película de Frank Capra “¡Qué bello es vivir!”, en el que cuando más lo necesitaba y más hundido estaba se produce milagrosamente la respuesta solidaria de la gente del pueblo a la que de alguna u otra manera ayudó a lo largo de su vida. Ahora nos preocupa el no poder afrontar, además de los pagos mensuales que nos quedan a lo largo de un año y pico para saldar la deuda, hay que hacer frente de un pago mensual de unos 600 euros en calidad de impuesto de sucesiones y donaciones (pago aplazado) y de plusvalía (en este caso es un impuesto municipal). Durante este tiempo los ingresos en casa han sido mi prestación por desempleo, la de mi hermano y la pensión de mi madre.