viernes, 8 de junio de 2012

EL RETORNO DE “EL TAMA”: DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE (IV)

Año 2012.

Enero. Día 5: Vísperas de la Noche de Reyes. Al mediodía me acerqué a los puestos de artesanía de los Jardines de La Victoria, en concreto al de mi amiga Rocío, para comprar varios regalos de Reyes. Me acerqué a saludar al trabajo a mi amiga Laurina pero cuando llegué ya estaba cerrado el local de MZC. Me pasé por el bar de tapas “Delorean” y por la noche me llegué un rato a “La Espiga”. Estaba por allí mi amigo Ioannis Galanos y creo recordar que fue esa noche cuando me presentó a Raquel Degayón. Si no fue ese día fue pocos días antes. Día 6: reunión con mi amiga Pili Villarejo y Javi en un bar junto a su nuevo domicilio, por la zona del Zoco, y también con Silvia (hermana de Pili). Al encuentro también asistieron mi amiga Eli y su novio Enrique. Después de tapear nos invitaron a subir a su piso y a tomar café y roscón. Yo tenía que regresar ya a casa a cumplir con mis obligaciones de cuidador de la abuela y Pili me regaló un roscón al que solo le faltaba un trozo y que no se iban a comer. En casa ya teníamos uno pero estaba casi acabado (a mi hermano y a mí nos chifla), así que en principio iba a terminar en nuestra despensa. Pero de camino a la parada de autobús me tropecé con una familia de rumanos, que arrastraban un carro de chatarra. Estaba compuesta por un matrimonio y dos niños pequeños. No me lo pensé dos veces y les ofrecí el roscón, ante su sorpresa. Nosotros ya nos habíamos hartado y sin embargo era probable que para ellos fuera la primera vez. Sobre todo pensé que para los niños sería un motivo de alegría. ¿Invadido por el espíritu navideño?. Día 7: me pasé por “La Espiga” y me encontré otra vez a Ioannis, que también trabajaba esa noche. Raquel estaba en “la sacristía” junto a su amiga Beatriz, a la que conocí en ese momento. Al principio me coloqué junto a la barra pero después me mudé a hacer compañía a las chicas. Luego llegaron varios amigos y conocidos, entre ellos Rocío. Entre los temas de tertulia fue inevitable el del inminente cierre definitivo de “La Espiga”. Rocío ya me comentó este rumor, pocos días antes. Creo recordar que ese mismo día, por la mañana, a través del muro de facebook de este local, nos enteramos oficialmente de la noticia. Día 10: víspera del cierre de “La Espiga”. Aunque estaba anunciado el cierre para este día finalmente se anuncia una prórroga de un día. Me tomé varias cervezas en plan despedida. Día 11: despedida oficial de “La Espiga”. Me llevé la guitarra acústica y canté varias canciones. Fue mi particular homenaje a este emblemático local donde debuté como guitarrista y cantante de música folk irlandesa, y donde tantos buenos ratos pasé con los amigos. Además, en este último periodo de mi vida tan estresante los conciertos que aquí se programaban eran mi vía de escape semanal. Estuve hablando con Rafi, la encargada de “La Espiga” para ver si podía quedarme con uno de los cuadros del local: el retrato de Marilyn Monroe. A día de hoy no tengo noticias de su paradero.

Febrero. Día 28: Día de Andalucía. Al mediodía el partido EQUO celebró un acto público e invitaba a una comida informal en la Plaza de San Andrés. Allí me encontré con mis amigos Sergio Pérez y Javi Larios, con los que me tomé una cerveza y comí algo (un trozo de tortilla y algo de salmorejo). También estaba por allí Chico Herrera. Por la noche llamé a un médico de Asistencias Los Ángeles para que viera a la abuela. Varios días antes observé que un dedo del pie derecho de la abuela se le estaba poniendo morado. Una ambulancia nos trasladó a Urgencias del Hospital Reina Sofía, y tras pasar toda la madrugada con la abuela en una camilla en una consulta vacía, por la mañana temprano la vio por fin el cirujano cardiovascular y confirmó la necrosis del dedo. Nada de amputación (yo pensaba que era eso lo que iban a hacer), me comentó que habría que colocarle gasas estériles y aplicarle alcohol en abundancia para lograr su momificación. Yo fui el encargado de dicha tarea varias veces al día. Sin comentarios.

Marzo. Días 1-16: las curas diarias con alcohol son muy duras, lo pasaba fatal cada vez que le veía el pie. La necrosis se estaba extendiendo rápidamente, y las úlceras que le salieron en el pie en enero cada día tenían peor aspecto. Está claro que hay un problema de isquemia. Además, cada vez tenía menos apetito y le costaba trabajo beber. Se estaba debilitando rápidamente. Por las mañanas intentaba despejarme un rato acercándome a la Biblioteca Central a leer la prensa. Día 10: por la noche convoqué a unos cuantos amigos y amigas en el “Oculto” (entre ellos Ramón, María José, Juan, Raquel, Ioannis, Bea) para una quedada con guitarreo incluido. Además, esa noche fue especial porque contaría de nuevo con la participación del guitarrista y violinista Arcadio. Aunque el comienzo fue un poco raro yo disfruté mucho con el resultado de algunos temas de música folk irlandesa que tocamos conjuntamente (también salió muy bien la versión de “La Senda del Tiempo”, de Celtas Cortos). Del mismo modo tengo grato recuerdo porque me estrené con algunas versiones de canciones, como “Hallellujah”, de Leonard Cohen, “Raquel”, de Jorge Drexler y “El Sitio de mi recreo”, de Antonio Vega. Día 17: a pesar de que la abuela está bastante mal necesito salir un rato por la noche. Mi hermano y mi madre estarían pendientes de ella en todo momento. Me llegué al “Oculto”, había una fiesta y una jam session multitudinaria. Yo participé tocando la darbuka, no me animé con la guitarra. Día 18: regresé a casa a eso de las 3:30 de la madrugada. La abuela, desde hace unas horas había entrado en fase de respiración agónica. Yo me acosté un rato con ella, en ningún momento se quedó sola. Luego estuvo con ella mi madre y también mi hermano. A las 13:00 P.M. falleció, sin sufrir dolor, en su cama, acompañada por nosotros. A las 15:30 nos dirigimos los tres (mi madre, mi hermano y yo) al tanatorio. Allí estuvimos por la tarde-noche con algunos familiares, luego se fueron y nos quedamos juntos los tres. Día 19: ceremonia religiosa a las 10:30 en la Iglesia de Santa María de Guadalupe. Después funeral en el Cementerio de San Rafael. Además de algunos familiares nos acompañaron Ioannis y Raquel, que no pudieron llegar a tiempo a la iglesia. Día 22: viaje a Málaga al concierto de El Kanka en “La Botica”. Después de la actuación me fui con los músicos y con algunos amigos suyos de farra por varios bares. A las 6:30 de la mañana regresé en el primer tren de la mañana. Una hora y media después ya estaba acostado en mi cama.

Abril. Día 7: fiesta báquica en el “Oculto”, con jam session incluida, organizada por Sahra Anisha. Yo me llevé mi guitarra acústica y empecé en solitario, luego se incorporó David Uclés y otros cuantos músicos. En el patio continúo el guitarreo hasta bien entrada la madrugada. Esa noche conocí a un argentino que también canta y toca la guitarra, como de hecho hizo en algunos momentos: Leandro Salvatierra, de San Miguel de Tucumán. Día 14: viaje a Sevilla, para asistir a un concierto de Manuel Cuesta y Emiliano del Río en la sala “Magia y Música”, en Los Remedios. Mientras estaba paseando por Sevilla recibí una llamada. Miro a la pantalla del teléfono y me sorprendo al ver una llamada entrante de Amalia. ¿Amalia? Pero si está en Ecuador… Me alegré enormemente de escuchar su voz después de casi seis meses. Me contó que había llegado a Córdoba el día anterior y que estaría por allí unos diez días más. Después del concierto me fui con los músicos a un restaurante Tex-Mex de Los Remedios, y luego me dirigí hasta el centro caminando, en compañía de Manuel, que se ofreció a alojarme en casa de sus padres. Le agradecí la amabilidad pero le informé acerca de mis intenciones de recordar viejos tiempos moviéndome por los bares. Estuve por los bares de “La Alfalfa” y alrededores, y cuando los cerraron me metí en el “Berlín”. Aquí, por azar, me encontré a un buen amigo de la carrera (Antonio Macho), que estaba en compañía de su hermano. Los tres, por unanimidad, decidimos cambiar de local, optando por el “Fun Club”, en “La Alameda”. A las 7:30 nos vamos, me acercan en coche hasta las cercanías de los “Jardines de Murillo”. Luego me fui andando hasta la Estación de Autobuses del Prado de San Sebastián con la intención de subirme en el primer autocar. Para mi sorpresa descubro que desde el año 2010 todos los autobuses con dirección a Córdoba salen de la Estación de Plaza de Armas. Ya no me daba tiempo de subirme al de las 8 así que, a pesar del cansancio, me puse a caminar en dirección a la Estación de Santa Justa y allí compré un billete para un tren con salida a las 9:00 A.M. Día 18: me llegué al Gran Teatro en compañía de mis amigas Amalia y Raquel. Les había regalado la entrada para el espectáculo “Bombay Bellywood”. Luego nos reunimos con Carlos y Ioannis en la terraza del “100 Montaditos” del centro. Día 19: viaje a Barcelona en AVANT clase turista por la tarde. Llegué a las 21:30 P.M. a la Estación de Sants y desde aquí tomé la línea 3 del metro.


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