miércoles, 1 de enero de 2014

2013: UNA ODISEA DE LA TIERRA (II)

Parte II: lo positivo.

He reservado la última parte de este resumen anual a la parte positiva del año 2013, que como veréis, ha sido bastante importante en el balance global, o al menos a mi me lo ha parecido. Esta parte positiva puede concretarse en los siguientes puntos:

A raíz de mi problema de salud gástrica de principios de año he ido mejorando mis hábitos alimenticios y ahora me encuentro genial, sin ningún tipo de molestia, y el resultado, en combinación con un modo de vida mucho más activo (que incluye andar mucho, sobre todo en rutas por el campo pero también por la ciudad), ha sido la pérdida de una considerable cantidad de peso, ya que he pasado de los aproximadamente 90 Kg de partida (hace un año) a los 67,5 Kg actuales. Entiendo que los que hace tiempo que no me ven y que siempre me han conocido con la curva de felicidad abdominal y una cara más o menos rellenita, se sorprendan e incluso lleguen a pensar en su interior que debo estar afectado por una enfermedad chunga o algo así. El caso es que tengo que explicar que esta pérdida de peso ha ido pareja a un aumento de la resistencia al esfuerzo y a una mejora de mi forma física (entre otras cosas, he bajado mis pulsaciones en reposo de unas 80 a unas 65). Me encuentro superbién, sin ningún síntoma de molestia gástrica o abdominal (atrás han quedado también mis recurrentes problemas con los gases), y no me han afectado ni gripes ni resfriados, creo que mis defensas están ahora bastante bien, a pesar de todo el estrés pasado en algunos momentos concretos del año.

Una de los grandes acontecimientos del año es que me he librado de mi jefe, demasiado autoritario y fanfarrón, absolutamente falto de empatía. Y quizás también me he librado de un trabajo que, aunque no me disgustara, no me permitía realizarme profesionalmente, y sobre todo de un trabajo en el que, a pesar de todo mi esfuerzo y sacrificio invertido para el provecho de un empresario, nunca se me ha valorado adecuadamente. Es más, lo habitual ha sido recibir ataques y broncas totalmente injustificadas y desproporcionadas, golpes directos intentando socavar mi autoestima y mi validez profesional. Creo que he aguantado demasiado, mi error fue acomodarme a tener un sueldo (supuestamente) asegurado sin pararme a pensar si lo que estaba haciendo me llenaba o me suponía un crecimiento personal o profesional. Sí, le estoy agradecido por haberme contratado en su momento y haberme permitido durante un tiempo poder disponer de dinero para viajar y mantener un cierto nivel de vida. Sería injusto también no reconocerlo. Ha sido mucho tiempo alejado de la Naturaleza, del contacto directo con la misma. Pero ahora, le estoy agradecido por haberme despedido, ya que aprovechando todo el tiempo libre disponible, he podido redescubrir cuanto me hacía falta volver a orientar mi actividad hacia dicho contacto directo, a salir a patearme el campo y disfrutar de la flora, la fauna, la geología, el paisaje, el aire puro.

He recuperado información zoológica que tenía relegada al olvido en algún rincón oscuro de mi casa o en mis cuadernos de campo. El responsable de esto tiene nombre y apellido: Florent Prunier. Un encuentro casual con él en un concierto de música clásica en un conservatorio de Córdoba me llevó a participar en completar ciertos aspectos de la redacción de un artículo sobre un sauzgatillo (Vitex agnus-castus) que iba a publicarse en el nº 3 de la Revista Arvicola, editada por la asociación “El Bosque Animado”, y ha incluir una comunicación personal en otro artículo de dicha revista en el que se trataba el tema de la pesca cooperativa en el cormorán grande (Phalacrocorax carbo sinensis). Por otro lado, estoy preparando varias notas breves sobre ardeidas (en concreto sobre avetorillo y martinete) para el próximo número de dicha revista, circunstancia que me ha hecho sentirme muy realizado al darle salida a una información recopilada durante el final de la década de los 80 y principio de la de los 90 del siglo pasado, coincidiendo con el último año de carrera (Ciencias Biológicas) y con mi ingreso en la asociación ornitológica GODESA.

He retomado mi interés por los insectos, siempre me interesaron tanto ellos como los arácnidos mucho antes que las aves. Ya en el instituto mis salidas al campo se centraban sobre todo en la observación de insectos y arañas aunque también me dedicaba a hacer algunos dibujos de algunos de ellos, sobre todo de escarabajos. El interés por las arañas no ha decaído prácticamente desde que ingresé en el año 2000 en la SEA (Sociedad Entomológica Aragonesa), en concreto en el grupo de trabajo sobre arácnidos, GIA (Grupo Ibérico de Aracnología), y a finales del verano he sido reelegido como presidente del mismo. Desde hace menos de dos meses he creado y administro la página de facebook de este grupo. 

Por otro lado, desde principios de año he participado activamente en el grupo de facebook de la SAE (Sociedad Andaluza de Entomología) y finalmente he ingresado en dicha asociación, entrando recientemente a formar parte de su Junta Directiva. Tengo que citar expresamente aquí la importancia de conocer en persona a Rafa Obregón, gran entomológo y mejor persona. Le estoy muy agradecido por la confianza que ha depositado en mí desde un principio y por su propuesta para entrar a formar parte de la directiva de la nueva etapa de la SAE, que actualmente preside. Poder participar en la revisión de una nota aracnológica para el Boletín de la SAE ha sido además un nuevo reto en mi vida y afortunadamente el resultado ha sido altamente satisfactorio para ambas partes. 

Por otra parte, a raíz de una quedada de la ROLA (Red de Observadores de Libélulas de Andalucía) en Doñana por invitación de Florent Prunier del Bosque Animado, a finales de primavera, decido ponerme manos a la obra y a recorrerme unos cuantos arroyos y charcas de la provincia de Córdoba (principalmente del término municipal de Córdoba), y así he pasado todo el verano y el otoño. En total he fotografiado 24 especies (todas menos una en la provincia de Córdoba, la restante, Sympecma fusca, en la de Ciudad Real). A estas especies hay que añadir otras observadas pero no fotografiadas, como es el caso de Aeshna cyanea, Anax imperator, A. parthenope, Boyeria irene y Cordulegaster boltonii, entre los anisópteros, y Lestes macrostigma, entre los zigópteros, esta última en el área de Doñana durante la quedada de la ROLA. O sea, una treintena de odonatos observados, algo más del 50% de la odonatofauna de la provincia de Córdoba. En la mayoría de los casos he podido conseguir fotos de macro aceptables –eso sí, con dosis infinitas de paciencia- incluso algunas yo diría que con un resultado excelente, siempre usando una cámara compacta con configuración de resolución de 10 megapixeles (la estoy amortizando y con creces, la compré en una oferta por 50 euros). Con  los datos obtenidos se procederá en el futuro a completar la actualización del Atlas de Odonatos publicado recientemente en el último boletín ROLA. Con los datos obtenidos en una excursión odonatológica a Sierra Madrona a finales del verano he participado en una nota breve sobre la presencia en Ciudad Real de la especie Trithemis kirbyi, que está experimentado una ampliación de su área de distribución conocida.


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