Parte II: lo positivo.
He
reservado la última parte de este resumen anual a la parte positiva del año
2013, que como veréis, ha sido bastante importante en el balance global, o al
menos a mi me lo ha parecido. Esta parte positiva puede concretarse en los
siguientes puntos:
A raíz de mi
problema de salud gástrica de principios de año he ido mejorando mis hábitos
alimenticios y ahora me encuentro genial, sin ningún tipo de molestia, y el
resultado, en combinación con un modo de vida mucho más activo (que incluye
andar mucho, sobre todo en rutas por el campo pero también por la ciudad), ha
sido la pérdida de una considerable cantidad de peso, ya que he pasado de los
aproximadamente 90 Kg de partida (hace un año) a los 67,5 Kg actuales. Entiendo
que los que hace tiempo que no me ven y que siempre me han conocido con la
curva de felicidad abdominal y una cara más o menos rellenita, se sorprendan e
incluso lleguen a pensar en su interior que debo estar afectado por una enfermedad
chunga o algo así. El caso es que tengo que explicar que esta pérdida de peso
ha ido pareja a un aumento de la resistencia al esfuerzo y a una mejora de mi
forma física (entre otras cosas, he bajado mis pulsaciones en reposo de unas 80
a unas 65). Me encuentro superbién, sin ningún síntoma de molestia gástrica o
abdominal (atrás han quedado también mis recurrentes problemas con los gases),
y no me han afectado ni gripes ni resfriados, creo que mis defensas están ahora
bastante bien, a pesar de todo el estrés pasado en algunos momentos concretos
del año.
Una de los
grandes acontecimientos del año es que me he librado de mi jefe, demasiado
autoritario y fanfarrón, absolutamente falto de empatía. Y quizás también me he
librado de un trabajo que, aunque no me disgustara, no me permitía realizarme
profesionalmente, y sobre todo de un trabajo en el que, a pesar de todo mi
esfuerzo y sacrificio invertido para el provecho de un empresario, nunca se me
ha valorado adecuadamente. Es más, lo habitual ha sido recibir ataques y
broncas totalmente injustificadas y desproporcionadas, golpes directos
intentando socavar mi autoestima y mi validez profesional. Creo que he
aguantado demasiado, mi error fue acomodarme a tener un sueldo (supuestamente)
asegurado sin pararme a pensar si lo que estaba haciendo me llenaba o me
suponía un crecimiento personal o profesional. Sí, le estoy agradecido por haberme
contratado en su momento y haberme permitido durante un tiempo poder disponer
de dinero para viajar y mantener un cierto nivel de vida. Sería injusto también
no reconocerlo. Ha sido mucho tiempo alejado de la Naturaleza, del contacto
directo con la misma. Pero ahora, le estoy agradecido por haberme despedido, ya
que aprovechando todo el tiempo libre disponible, he podido redescubrir cuanto
me hacía falta volver a orientar mi actividad hacia dicho contacto directo, a
salir a patearme el campo y disfrutar de la flora, la fauna, la geología, el paisaje,
el aire puro.
He
recuperado información zoológica que tenía relegada al olvido en algún rincón
oscuro de mi casa o en mis cuadernos de campo. El responsable de esto tiene
nombre y apellido: Florent Prunier. Un encuentro casual con él en un concierto
de música clásica en un conservatorio de Córdoba me llevó a participar en completar
ciertos aspectos de la redacción de un artículo sobre un sauzgatillo (Vitex agnus-castus) que iba a publicarse
en el nº 3 de la Revista Arvicola,
editada por la asociación “El Bosque Animado”, y ha incluir una comunicación
personal en otro artículo de dicha revista en el que se trataba el tema de la
pesca cooperativa en el cormorán grande (Phalacrocorax
carbo sinensis). Por otro lado, estoy preparando varias notas breves sobre
ardeidas (en concreto sobre avetorillo y martinete) para el próximo número de
dicha revista, circunstancia que me ha hecho sentirme muy realizado al darle
salida a una información recopilada durante el final de la década de los 80 y
principio de la de los 90 del siglo pasado, coincidiendo con el último año de
carrera (Ciencias Biológicas) y con mi ingreso en la asociación ornitológica
GODESA.
He retomado
mi interés por los insectos, siempre me interesaron tanto ellos como los
arácnidos mucho antes que las aves. Ya en el instituto mis salidas al campo se
centraban sobre todo en la observación de insectos y arañas aunque también me
dedicaba a hacer algunos dibujos de algunos de ellos, sobre todo de
escarabajos. El interés por las arañas no ha decaído prácticamente desde que
ingresé en el año 2000 en la SEA (Sociedad Entomológica Aragonesa), en concreto
en el grupo de trabajo sobre arácnidos, GIA (Grupo Ibérico de Aracnología), y a
finales del verano he sido reelegido como presidente del mismo. Desde hace
menos de dos meses he creado y administro la página de facebook de este grupo.
Por otro lado, desde principios de año he participado activamente en el grupo
de facebook de la SAE (Sociedad Andaluza de Entomología) y finalmente he
ingresado en dicha asociación, entrando recientemente a formar parte de su
Junta Directiva. Tengo que citar expresamente aquí la importancia de conocer en
persona a Rafa Obregón, gran entomológo y mejor persona. Le estoy muy
agradecido por la confianza que ha depositado en mí desde un principio y por su
propuesta para entrar a formar parte de la directiva de la nueva etapa de la
SAE, que actualmente preside. Poder participar en la revisión de una nota aracnológica
para el Boletín de la SAE ha sido además un nuevo reto en mi vida y
afortunadamente el resultado ha sido altamente satisfactorio para ambas partes.
Por otra parte, a raíz de una quedada de la ROLA (Red de Observadores de
Libélulas de Andalucía) en Doñana por invitación de Florent Prunier del Bosque
Animado, a finales de primavera, decido ponerme manos a la obra y a recorrerme
unos cuantos arroyos y charcas de la provincia de Córdoba (principalmente del
término municipal de Córdoba), y así he pasado todo el verano y el otoño. En
total he fotografiado 24 especies (todas menos una en la provincia de Córdoba,
la restante, Sympecma fusca, en la de
Ciudad Real). A estas especies hay que añadir otras observadas pero no
fotografiadas, como es el caso de Aeshna
cyanea, Anax imperator, A. parthenope, Boyeria irene y Cordulegaster
boltonii, entre los anisópteros, y Lestes
macrostigma, entre los zigópteros, esta última en el área de Doñana durante
la quedada de la ROLA. O sea, una treintena de odonatos observados, algo más del
50% de la odonatofauna de la provincia de Córdoba. En la mayoría de los casos
he podido conseguir fotos de macro aceptables –eso sí, con dosis infinitas de
paciencia- incluso algunas yo diría que con un resultado excelente, siempre
usando una cámara compacta con configuración de resolución de 10 megapixeles
(la estoy amortizando y con creces, la compré en una oferta por 50 euros).
Con los datos obtenidos se procederá en
el futuro a completar la actualización del Atlas de Odonatos publicado
recientemente en el último boletín ROLA. Con los datos obtenidos en una
excursión odonatológica a Sierra Madrona a finales del verano he participado en
una nota breve sobre la presencia en Ciudad Real de la especie Trithemis kirbyi, que está experimentado
una ampliación de su área de distribución conocida.
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